Licor de ciruela

Rubí con tonalidades atejadas. Nariz de escasa intensidad, con poca profundidad y dominada por notas de ciruelas y humo. En boca ataca con sabor a ciruela, muestra algo de acidez, pero con escasa fruta, y culmina con un final con algún toque de miel, como si el vino ya estuviera cansado y volteara a ver la silla de ruedas. Un Barbera muy discreto, que en el mejor de los casos fue un vino de mesa para un plato de carne asada, aunque justo es reconocer que armonizó más dignamente con un esponjoso pastel de cerveza guiness. Un vino algo caro para su nivel. (Alrededor de 12 euros en México). Probablemente parecería un mejor vino si se bebiera dentro del rango de 2 a 3 años después de su cosecha.