Botella 2235 de 3400.

Color dorado pálido, limpio y muy brillante, glicérico.
En nariz hay aromas cítricos, a flores blancas marchitas, herbáceos y minerales bastante nítidos. Fino y elegante.
En boca resulta fresco, de excelente acidez, untuoso, persistente, equilibrado. Posee un paso agradable y elegante, con un posgusto prolongado, marcadamente mineral.
Muy buena evolución desde el último que probé, típica de estos vinos atlánticos.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar