Reminiscencia prioratina a una gran RCP

Recién abierto, sin decantar.

Vista: Rojo picota, de centro prácticamente negro. Capa alta. Brillante, limpio. Lágrima media que tinta la copa.

Nariz: Muy poderosa y de gran intensidad, con importantes notas alcohólicas. Buena presencia de fruta roja (grosellas, ciruelas, fresa), con leves toques lácteos. Licoroso, Pizarra, pedernal. Dejes de regaliz. Percibí además, en las dos primeras copas, un cierto aroma a pegamento que se atenuó progresivamente en las siguientes, desaparaciendo totalmente en las dos últimas copas (tomadas el día siguiente).

Boca: A pesar de la potencia notada en nariz, la entrada y paso por boca es muy agradable, sin que el alcohol se deje notar en exceso. Buena amplitud en boca, acompañado de una buena estructura. De nuevo la fruta roja. Guindas al marrasquino, notas de café y cacao. La pimienta negra siempre presente, la cual se ve atenuada en el paso final por una ligera y agradable sensación a vainilla, confirmada en retronasal.

Postgusto medio-largo.

Un buen vino que se sitúa, aunque sin alcanzarlo del todo, en la línea de sus hermanos mayores, pero que, con un precio a 11 euros en la oferta ya mencionada (hablar de los originarios 40, ya es otra cosa), es algo muy, muy digno de consideración.

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