Lo abrimos con la esperanza de que estuviera bebible al poco tiempo, nuestro gozo en un pozo, la acidez y los taninos eran demasiado fuertes, logicamente pasamos a la decantación que era lo que nos pedia a gritos el vino.
A la hora y media, estaba mucho más domado, la nariz era la tipica de la pinot noir de borgoña, bastante frutal, la fruta roja madura y la negra compotada, vainilla y pimienta, trufa, hierbas, flores y toques minerales, las especias y trufa predominaban más al principio, después la fruta se fué imponiendo incluso en los taninos.
La boca es muy sabroso, el paso de boca con buen equilibrio, aunque le faltan unos años de botella, largo y frutal el recorrido, los taninos frutosos y vivos, el retronasal muy bueno con todas las sensaciones de la nariz, el final es largo, largo y con una gran persistencia tanto especiada como con toques frutales.
Por supuesto que no es uno de los Vosne Romanée punteros, pero no esta nada mal, sobre todo por lo que cuesta, sobre los 50-60 €, lo que le hace tener una muy buena RCP.
Ya a finales del 2011 es un sobresaliente vino, pero dentro de dos o tres años, será muy superior.

Rojo rubí, ribete rojizo, capa media.
En nariz tiene intensidad y profundidad, pero muestra una paleta aromática que no terminamos de asociar a Vosne. Frutas muy maduras y licorosas, tabaco rubio, maderas viejas, ahumados y tostados, especias. Es quizá demasiado maduro, demasiado ahumado para su añada.
En boca es excesivamente poderoso, de paso muy marcado, buena acidez, amplio en el final donde vuelven las frutas maduras y las sensaciones balsámicas. Tanino firme pero bien integrado, aunque muestra unas mínimas aristas que no terminan por redondear el conjunto. Buena persistencia.
Este vino nos ha desconcertado un tanto, no vamos a discutir su calidad, pero… ¿un Suchots? Hablamos de uno de los mejores viñedos de Vosne, un vino que en nuestra opinión debería mostrar otro carácter. No nos termina de convencer el estilo de este productor, demasiado potente para lo que uno espera de un gran Borgoña. Unos 60 euros, carillo.