Una maravilla en nariz

Rojo picota muy oscuro, casi negro. Ribete rosáceo. Lágrima muy delgada que forma ramificaciones. Capa opaca, limpio y brillante.
Nariz intensa y fragante, con aromas a fruta negra madura, nueces, almendra amarga, pimiento rojo, monte bajo, ropa limpia y algún deje balsámico.
En boca, es un vino con cuerpo, buena acidez y con una madera y alcohol que no descompensan otros sabores. Destacamos toques salinos y minerales, miel y algún tono terciario.
Postgusto largo, elegante, licoroso y con cierto regusto a maderas nuevas.
Un gran vino. Otras añadas, como por ejemplo 2002 ó 2005 me han costado más trabajo, quizá porque aquellas elaboraciones eran más concentradas, o más alcohólicas, o menos finas y completas. De todas formas, cada vez estoy más convencido de que además de la técnica, la cosecha y el buen hacer del productor, hay botellas completamente diferentes dentro de un mismo vino, y al final es una cuestión de mejor o peor suerte. En este caso yo he tenido bastante.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar