-Fase visual: Color amarillo pálido, reflejos verdosos, intensidad de color media baja, lágrima ligera, límpido y brillante.
-Fase olfativa: Franco en nariz, aromas de frutos secos de cáscara, salinidad, mineral, tiza, oxigenamos el vino en la copa agitandolo y percibimos aromas de fruta blanca algo asada como manzana y herbaceos de té verde.
-Fase gustativa: Entrada seca, acidez viva, alcohol bien integrado, sabores muy salimos, minerales, frutos secos de cáscara, almendra amarga, avellanas tostadas, final salino y amargo, posgusto largo.
Fino de Moriles Alto (Cerro El Majuelo). DO Montilla Moriles.
Dorado medio en color, limpio y muy brillante.
Aromas pronunciados y limpísimos a monte , miel, fruta evolucionada (pera, manzana, lichi). Notamos la nata y las levaduras como de una cerveza IPA, suaves. Vino joven pero con 15 años de media de bio.
Increíble textura en boca, sedoso, terso, con el velo de flor suave, y notas de miel de campo, hierbas de monte (tomillo), camomila, tiza, almendra tostada, concha de mar (chirla), perfumado con intensidad pronunciada, cuerpo medio+, seco y acidez media. Alcohol muy bien integrado, espléndido. Final larguísimo de un vino de calidad extrema.
Elaborado para consumo actual, si se te olvida una botella en casa o en tu cava de vinos, no hay problema....años mil. La puntuación evoca la perfección, porque lo que se buscaba no era eso, y encima lo consigue. Bestial!.
Armonía con Gazpacho de Sandía ad hoc.
Muestra de un bag-in-box recién envasado que adquirí en una ruta reciente que hice por la comarca sur de Córdoba.
Radiante color dorado verdoso. Ligera presencia de partículas en suspensión. Untuoso.
Nariz intensa y fresca. Notas de crianza biológica e infusión. Quizás manzana asada. No sabría definirla mejor pero es muy agradable.
Entrada punzante y salada, untuoso y envolvente, llena la boca. Final suave pero duradero con recuerdos de almendra amarga y otros frutos secos tostados. Provoca cierta salivación que me ha resultado refrescante y grata.
Muy suave y diría que peligroso si se toma fresquito. Un buen fino con bastante personalidad.
Bodegas El Monte es de las pocas que quedan de los 130 lagares que había en los años 50.
Y es de las mejores. Parten de uvas de su propio viñedo y van siguiendo las escalas de las criaderas durante 15 años.
El vino tiene el tono amarillo verdoso característico de las zona, muy limpio, además le acompañan aromas de frutos secos, almendra tostada, y algo de manzana verde. Tiene una buena acidez, redondo en boca y un punto de amargor.
En esta bodega las cosas se hacen bien. Muy bien. Se trata de un gran Fino que refleja a la perfección los valores de la tierra de Moriles Alto, con suelos de piedra calcárea.
Color pajizo amarillo con reflejos verdosos. Característicos de la zona de elaboración y los pagos de Moriles Alto.
En nariz se aprecian las notas características del velo de flor, con toques de frutos secos, algo de levaduras y cierta salinidad.
En boca está enorme. Muy equilibrado con buena acidez, intenso, muchos frutos secos.
Un gran fino