Botella abierta con una hora de antelación.
De color rojo picota de capa media, ribete entre rubí y marrón y lagrima densa que tiñe la copa.
En nariz comenzó con aromas de reducción que poco a poco se fueron disipando, dando paso a fruta negra en licor, gran presencia de monte bajo, notas terrosas, tostados, ahumados y balsámicos con cierta potencia.
En boca tiene una entrada fresca, ligeramente alcohólica, con una buena acidez y unos taninos bastante redondos, postgusto de medio recorrido con recuerdos de esa terrosidad en nariz y de esas notas ahumadas.
Esta no es la mencía que mas me entusiasma.
Ya habia tomado el mismo vino de la añada 2007, y hoy toco el 2005.
En vista, tiene un precioso rojo picota intenso, con ribete rojizo, lagrima densa que apenas tiñe la copa, y capa media alta.
En nariz desde el primer momento, fruta roja, dulces, notas medicinales y un potente olor a humedad, pero una humedad como cuando acaba de llover en un bosque, muy agradable.
En la boca es largo, bien definido con excelente acidez, taninos bien maduros y un final muy agradable.
Es un vino que me encanta, no voy a negarlo, es uno de los que siempre tiene que estar en la bodega para tenerle a mano.
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.