En los cavas de la bodega luce más el modernismo en las etiquetas que en los vinos tranquilos, donde se quedaron a medias en la renovación.
Este es un cava que por su calidad y precio, sobre todo por esto último, se hace ideal para cualquier momento del día, no importándote que la botella quede a medias. Puedes llegar del trabajo cansado y tener otra opción a la clásica cerveza, esa vez puedes querer algo que rasque menos pero que sea incluso de un frescor más gratificante.
No me extraña que presuman de medalla de oro, la del Consours Mondial de Bruxelles. Sin duda es un buen reclamo desde la estanteria del "super", pues es ahí donde lo vas a encontrar.
Esta cata no es fruto de un momento o día, viene de comer o incluso tomarlo como decía después del trabajo en innumerables ocasiones. Hoy es ese cava de diario que tanto buscaba, la alternativa a otras bebidas saciantes y que encima pueda acompañar a cualquier comida.
Un cava de color amarillo pálido y buena burbuja, algo abundante al principio. Bastante fresco e incluso jugoso en boca con esos ligeros tostados y ese puntito dulce, al que le preceden notas de manzana madura y algo de heno fresco. Tiene buen carbónico, integrado, que hace su beber fácil e incluso delicado.
No tengas miedo ni complejos, ni mires de lado a lado por si te ven cogerlo, piensa lo que te ofrece por esos ridículos 4 € y se encuentras algo mejor por ese precio, por favor, házmelo saber porque te lo agradeceré.