Le falta botella, pero ojo ¡cómo viene ya!

Color rojo picota de capa alta con ribete ligeramente violáceo, azulado. Lágrima de caída lenta, elegante y delicada.
Nariz de buena intensidad con unas notas inicialmente reducidas, especias como la pimienta verde fresca, frutos rojos en compota, cassis, notas tostadas bien equilibradas, notas de barricas, de duela envinada muy suaves y bien integrados. Sorprende la mineralidad de este vino, un fondo mineral con notas de grafito, de mina de lápiz.
En boca tiene una entrada marcada por un tremendo cuerpo y una acidez muy fresca. Gracias a esta acidez cualquier exceso de notas golosas queda corregido, siempre fresco y nada pesado.
Esos 14º grados solo se notan en la etiqueta, están perfectamente integrados.
El tanino es redondo, aunque deja una cierta astringencia final que no molesta y que avisa que aquí queda un poco por evolucionar. Sin duda este vino en botella ganará mucho, aunque ahora mismo es un vinazo.

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