Una evolución natural y muy buena, está muy bien.

Ambarino dorado. Nariz melosa, con notas de cítricos muy maduros y carne de membrillo. Flores blancas marchitas, nenúfares, mazapán, aroma calcáreo, de melón y pera en almíbar, hojarasca verde en descomposición de corteza de árbol con sabía. Mandarina y naranja con ciertos dejes amistelados. En boca es rico, muestra menos madurez frutal gracias a una buena acidez que le otorga largura y vertebra en todo el paso. Posgusto amielado y frutal maduro, con sabores amargosos que recuerdan al tabaco habano, al plátano maduro, ciruelas amarillas pochas aspectos que también se perciben por vía retronasal, con esa vegetalidad oxidada en sus extremos pero con una buena acidez que lo vertebra en un divertido juego sensorial. Un vino al que creo que le ha pasado ya su mejor momento, o no ? pero que con amplitud de cintura se puede degustar con total predisposición a disfrutar del él, como es el caso, y además cada vez está más rico.

Recomendado por 1 usuario
  1. #1

    Juanjosantos

    Hace poco abrí un 2014 y me dio la impresión de tener mucha cuerda; no me extraña que un 2008 de este vino en concreto, aún esté vivo (si es su mejor momento o no, no lo sé, pero incluso no siéndolo, si aún está en buena forma, ha merecido la pena).

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