Dos años y medio después.

Pues nada, no hice lo que indicaba en mi cata anterior, o sea disfrutar una botella al año y la otra al siguiente, de esta forma hubiese descubierto que este vino, aunque evoluciona bastante bien, pierde algo de intensidad y lo que es más doloso, toques de elegancia.
En general la cata no se ha diferenciado mucho de la realizada el 2/04/2010, las sensaciones, tanto en la nariz como en la boca, son muy parecidas, pero repito la elegancia la ha perdido un poco y la potencia, esto era lógico, también.
Auguraba una mejora en dos o tres años y me he equivocado, aunque no ha disminuido mucho su calidad, si que ha bajado un poquito.

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