Picota con ribete violáceo. Capa media-baja.

Muy buena intensidad. Fruta roja madura, chuches, notas herbáceas y una punta de tabaco.

Buen ataque. Fresco, sedoso, goloso, muy buena acidez. Buena amplitud. Post-gusto medio-largo muy pronunciado a fruta roja madura.

Un vino sin complicaciones que me parece muy recomendable para tomarse un tinto en verano. Goloso, pero sin resultar empalagoso, sobre todo en boca.

color muy bello con tonos amoratado y buena capa,
buena intensidad aromatica, con mineralidad, fruta roja madura, la madera en nariz bien integrada ( nada de vainillitis y coquitis), con aromas a sotobosque.
de entrada en boca agrdable con acidez electrica y viva, taninos por domar pero muy agradable con tiempo de botella.
me parece un prieto picudo que dara mucho que hablar por su precio y la calidad dentro de la botella.
10,00€ y su Roble por 6,00€ es digno de tomar.

De lo que se estaba haciendo con la Prieto Picudo últimamente, este vino es de los que más destaqué porque tenía cierta estructura, limpieza en la elaboración. La nariz era fresca y con cierto recuerdo a la fruta. En boca, muy áspero todavía, quizás marcado excesivamente por la madera y sus tostados. Quizás algo faltó de acidez, falta por redondear algo en boca. Recoge la tendencia ya "tradicional" de maderizar los vinos para hacerlos más comerciales.