Demasiada madera......

Tras varias recomendaciones de este vino, encuentro en una tienda de Barcelona una botella y como los días no acompañan mucho para los blancos recién comprados, pues decido no esperar y abrirlo. Abierto con más de dos horas de antelación, pero sin decantación previa.

Vista: Picota oscuro, capa media – alta, ribete granatoso, lagrima abundante que tinta ligeramente la copa.

Nariz: De muy buena intensidad, al inicio aparecen notas chocolateras y tostados, torrefactos…. Con la aireación, persisten la aportación de la barrica, al fondo aparece fruta roja y negra muy maduras, crema pastelera, especias, de nuevo el chocolate muy presente…… La nariz con algunas diferencias tiene recuerdos similares al Juan Gil 18 meses 2008. Quizás la madera está un poco por encima de la fruta…..

Boca: Ataque potente y algo amargoso, buena acidez, aparece de nuevo los excesos de la madera, por detrás aparece de nuevo la fruta, retrogusto tostados más el chocolate y persistencia en boca media.

Lo he degustado entre el mediodía y la noche y lo cierto es que pese a que era algo menos “tablonazo” en estos momentos, le falta mucho tiempo para llegar a integrarse. Es un buen vino, pero no sé si merece la pena su guarda.

Ya lo he probado, a otra cosa mariposa……

No está mal el vino, pero quizás con algo más de botellero pueda llegar a integrarse

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