Segunda botella con sorpresa.

Por desgracia no pude hacerme con la numeración de esta botella y la anterior (ambas de la misma añada), ya que a pesar de haber llamado al restaurante me dijeron que al cerrar al medio día se habían desecho de ellas. Mi primera impresión fue que se trataba del mismo vino pero de una cosecha más reciente debido a su potencia de entrada en boca y la astringencia que fue percibida por todos los comensales (en total 5). No es que llegara a molestar demasiado pero sí te dejaba un final con cierta rugosidad, buena acidez, y buen recorrido.
En nariz se mostró inicialmente más tímido, un poco menos expresivo a pesar de que ambas botellas fueron decantadas, con una nariz más fresca pero bien cargada de fruta. Con el paso del tiempo abrió y se mostró más bondadoso, volviendo a ofrecer esa sensación de fruta madura y agradable toque licoroso, notas tostadas, lácteos, menor cremosidad, cacao y final de regaliz.
En algunas ocasiones había notado algunas ó ligeras diferencias entre botellas del mismo vino y añada, pero no tan significativas como en esta. Realmente nos sorprendió. Por ello conviene hablar siempre de la botella que tomamos y no de los vinos en general.

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