Moderno y contundente

Un gran vino, muy moderno y contundente, más elegante que el del 2003, que como decíamos en el del 2003 "ha visto la luz desde un camino repleto de tristeza". Un gran proyecto que recuerda al trasnocho, pero tambien al reserva de Remirez. Un vino para la Fundación María Remirez de Ganuza que destinará sus ventas a la lucha contra el cáncer infantil. Un vino diseñado en su exterior por un hijo de la familia y en su interior tiene un color picota oscura limpia y brillante con ribete violáceo. Lágrima morada y abundante que llega a tintar la copa. Capa alta. En nariz se destapa de forma muy intensa, con abundantes
notas a especias dulces, maderas nuevas, flores secas. Predominan balsámicos y grafitos
finos. Es complejo y fragante. En boca ya he comentado que es potente, denso, donde los taninos estan presentes y se han de pulir con el tiempo. De todas formas es un vino con calidad, frutal, con buena acidez y un largo final.
La relación calidad precio se compensa por dónde va destinado.