Sin ser la mejor botella el vino cumplió

Rojo rubí, ribete atejado, capa media.
En nariz es intenso y muy reducido, con notas iniciales metálicas como de lata de anchoas. Poco a poco va abriendo y muestra una fruta muy madura, flor seca, especias, maderas viejas y tonos animales, piel curtida.
En boca es agradable, mantiene acidez, es limpio en el paso y muestra su recuerdo terroso y maduro en el final, con un tanino ya muy pulido e integrado. Se bebe bien y no está exento de carácter.
Lo bien hecho bien dura y pese a que no estamos ante la mejor botella de este vino lo cierto es que a sus 34 años está todavía ahí y puede disfrutarse a las mil maravillas. A ver si damos con una botella mejor más adelante…

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