Un Burdeos berciano

Hay poco que añadir a los comentarios anteriores. Es un vino muy bien hecho en casi todas sus dimensiones. Aromas a fruta negra confitada, regaliz negro, café, eucalipto. Si tuviera que hablar de expresión mineral hablaría de grafíto, pizarra; pero el problema es que el suelo del viñedo es arcilloso-limoso. En boca se ha logrado una excelente concentración y volumen. Todavía está tánico en la parte delantera de la boca a pesar de los casi siete años transcurridos desde la cosecha. El único "pero" que le veo es la acidez, ésta no puede con todo el conjunto. La acidez es el gran fallo de muchos vinos del Bierzo. Me parece también que se marca el alcohol -aunque no es molesto- tanto en nariz como en la boca -sobre todo, una vez que ha sido ingerido.
El autor José Mas se ha formado en Burdeos y creo que ha intentado hacer algo parecido en El Bierzo,al menos, eso es lo que me han recordado las notas de grafito, regaliz, la madera, etc. Con un poco más de acidez lo hubiese conseguido y menor grado alcohólico lo hubiese conseguido de lleno. La pena es que El Bierzo no es Burdeos, más bien nos parecemos a la Borgoña, aunque muchos se empeñan en que seamos californianos.