Cuatro años después...

Botella abierta con una hora de antelación.
De color rojo picota de capa media-alta, ribete entre granate y marrón y lagrima densa que tiñe la copa.
En nariz tras las típicas notas de reducción, aparecen aromas de frutillos rojos silvestres y fruta negra madura, también se aprecian notas florales, vegetales, cárnicas, olivas negras y apuntes terrosos y balsámicos.
En boca tiene una entrada fresca, con un tanino que aún se deja notar y una buena acidez, postgusto bastante largo con recuerdos licorosos, minerales e incluso con ciertos toques pasificados.
Pues sin duda la mejoría con respecto a mi anterior nota ha sido mas que sustancial y como dice el amigo Alain en comentarios anteriores si que recuerda bastante a los vinos del Ródano norte.