Íñigo Amézola Tinto 2007
Íñigo Amézola Tinto 2007
FICHA TÉCNICA
D.O./Zona
Pais:
España
Tipo de Vino:
Tinto
Graduación (vol):
13,50%
Varietales:
100% Tempranillo
Precio aproximado
Precio Aprox:
De 10 a 19,9 €
PUNTUACIÓN
Nota de cata NOTA MEDIA:
8.19
/
91
Nota de cata CALIDAD-PRECIO:
5,8
Opiniones de Íñigo Amézola Tinto
OPINIONES
48

El color es cereza muy oscuro con borde violeta, bastante brillante y atractivo.
El aroma potente, complejo y con cierta elegancia a frutos en licor, especias, regaliz, minerales, frambuesa, mentolados, toques de violeta, lacteos y vegetales.
En boca es igualmente potente, el paso de boca con bastante equilibrio, aunque un pelin punzante, muy buena estructura, el retronasal bastante bueno con predominio de las especias y los mentolados, el final bastante largo y con muy buena persistencia.
Cuesta sobre 16 € lo que hace que tenga una excelente RCP, el corcho un 7,7
Este vino crecerá en botella, pero actualmente esta para disfrutar.

En fase visual limpio y brillante, capa media, de color picota y ribete vivo.

En nariz intensidad media, muy afrutado, frutas rojas y negras, con toques tostados y avainillados. Ligeros toques minerales.

En boca equilibrado, de entrada fácil muy agradable y con un retrogusto de persistencia media.

Un vino de Rioja con ciertos aspectos modernos y buena presentación.

Visual:elegantísima presentación, por la botella elegida, el diseño gráfico de la misma, y un corcho notable. Si pretendía marcar la diferencia desde el inicio, está conseguido.
Picota. Capa media. Tremendamente limpio - filtrado óptimo sin ser agresivo, para mantener propiedades - y brillante. Posiblemente, la temperatura de arranque limita un tanto el perfil glicérico en copa, pero está ahí, seguro...

Nariz: aprecio notas de caucho...Pero la enorme carga frutal, engalanada por tostados tenues, y especias a clavo y nuez moscada destacan...Punta alcohólica asimilable, en un tono mineral muy característico de la zona de producción de la uva.

Boca: acidez, la primera nota destacada. Taninos por pulir, pero el brío y la potencia, van por delante. Ampulosidad. Carnoso, y de recorrido muy largo. Conviene no subirlo de 16º, y el catador lo beberá hasta el final. Del conjunto de notas, destaca aún la fruta, y los tostados han de esperar 12 ó 24 meses para darle la redondez esperable.

Capacidad de maridaje amplísima.

Lo considero una apuesta bonita, arriesgada y (por lo percibido) exitosa, en un panorama cargado de clasicismo (dicho sea sin el más mínimo sentido peyorativo). La combinación de barricas incorporan brío a la elegancia de antes, que se mantiene, y que resaltará en el futuro, con una guarda adecuada.El único pero : es caro.

Un vino de presentación impecable, con una botella que muestra sus mejores galas en un formato de continente borgoñón, con etiquetas de diseño moderno y elegante en sus formas, sus líneas, su tipografía y sus colores. Todo un acierto de presentación que permite partir de un nombre clásico y llegar a una imagen moderna, a la vez que seria y elegante: sin duda, un guiño a lo que encontramos en el interior de la botella: modernidad, elegancia y finura.

En su fase visual, el vino muestra un atractivo color de tonos granate, de intensidad media, con algunos reflejos que viran alegremente hacia los tonos anaranjados. La copa inclinada nos muestra un menisco degradado con reflejos granate. De capa baja-media, no presenta un exceso de extracción antociánica, lo que puede leerse en términos de una moderada maceración que contribuirá a la fluidez del vino en boca y a hacerlo bebible y fluido. De lágrima lenta y glicérica. Al trasluz, es un vino limpio y muy brillante.

En nariz, a una temperatura de unos 15ºC, muestra un primer plano muy frutal, cargado de abundante fruta roja, fresca y muy madura a la vez. Alegres grosellas, frambuesas y moras rojas, saltan a raudales de la copa para inundar nuestro olfato con aromas de campo y frutillos salvajes. Sutiles notas de hierbas aromáticas que nos transportan de paseo por los bosques mediterráneos y recuerdan al regaliz, a las hojas de eucalipto, a los tallos de jara, con ese carácter balsámico y refrescante tan embriagador y ligeramente punzante. Ya de entrada, el vino se muestra muy mineral, con apuntes de minerales ferruginosos y grafito que le aportan complejidad. La madera, se muestra desde el principio respetuosa con la fruta, aunque con el aumento de la temperatura en copa, va ganando presencia: comienza en la línea de las notas de cedro, de dulces vainillas, pimientas de Jamaica y ligeros tostados, para acabar en los tostados medios que recuerdan al café natural y el chocolate negro. Con el paso de los minutos, a las notas frutales frescas se unen apuntes de grosellas en licor y el vino se va haciendo algo más cálido, sin perder en ningún momento su viveza y la frescura de sus notas balsámicas y cítricas.

En boca es un vino vivo, amplio, con cuerpo, fresco, fluido y elegante. De nuevo, la fruta campa a sus anchas, esta vez por nuestro paladar, para mostrarnos el lado más fresco y maduro de los frutillos rojos del bosque. Ligeros amargosillos, muy gratificante, se unen a la frescura de la fruta para aportar vivacidad y cuerpo al conjunto. Es un vino expresivo, cargado de detalles en boca: fruta, balsámicos, regalices y especias. Y todo ello con lo que supone el principal punto fuerte de este vino en copa: su fluidez y elegancia. Fluidez y elegancia que van de la mano de una buena presencia en boca: es un vino sabroso y gustoso, con suficiente complejidad y cuerpo como para hacer que nos detengamos en su contemplación pero, a la vez, tremendamente fluido y armonioso. Tiene, además, un largo final, que deja en nuestra boca muy gratos recuerdos de fruta, regaliz y especias.

Es un vino que marida con facilidad con un sinfín de platos, gracias a su fluidez, a su cuerpo y su frescura. En este caso, se portó como un caballero delante de un arros al forn, resultando un conjunto sabroso, fresco y lleno de sensaciones placenteras en boca, donde el vino y el arroz hablaron al mismo nivel y se sirvieron mutuamente de respetuoso vehículo.

Creo que el vino ganará con su paso en botella. Me encantaría poderlo comprobar, pero a priori pienso que ese corte de vino fresco, elegante y con cuerpo que presenta Íñigo, le va a permitir ganar en complejidad y profundidad con su paso en botella, a la vez que permitirá afinar y moderar las sensaciones de su crianza en barrica. Creo que en uno o dos años podríamos disfrutar mucho de la evolución de este buen vino riojano.

Atractivo continente, corcho de calidad e informacion basica.
cereza con ribetes aun juveniles, bien cubierto y brillante.
potentes aromas frutales, asomo de la madera con toques de mantequilla y especias.
suave,cremoso...equilibrado que invita a beber mas y mas...
persistente con recuerdos frutales y vuelta de las especias.

calidad a su precio que me sugiere reservarle ya un sitio en la bodega.

Bien presentado con cierto atractivo.
Picota de capa media-alta, limpio y brillante.
En nariz se muestra complejo con todo un abanico de aromas, herbáceos, balsámicos, lácteos, tostados ...
En boca es sabroso, pelín duro (taninos por redondear) destacando la fruta madura y el tostado de la barrica. Acidez correcta. Trago largo.
RCP correcta, unos meses más de botella le mejorarán sin duda.

Bonita botella y diseño de la etiqueta. Corcho de 1ª Natural de Amorim.

Visual: Capa media-media-baja. Color picota con ribete acerezado. Lagrima bastante densa pero no tintada. No brillante.

Olfativa: Inicialmente a copa quieta da torrefactos, vainilla, bastante fruta madura como frambuesas, ciruelas, muy balsámico, y puntas alcoholicas que con la oxigenación y temperatura se van adueñando del abanico olfativo.

Gustativa: Suave en paso, largo, redondo, peca un pelin de falta de acidez, lleva un equilibrio bastante notable, nada agresivo, sin aristas. Deja los sabores a fruta madura acompañados de los mismos balsamicos junto con las puntas alcoholicas.

Un vino para tomarte toda la botella sin enterarte... hasta que te levantes de la mesa.

En boca, sin cuerpo, ligero. Algo de fruta roja en nariz y final fundamentalmente especiado.No compraría este vino.

Muy buena presentación, con la botella borgoñona y la etiqueta.
Rojo picota capa media, con reflejos violaceos.
En nariz, madera nueva(americana), frutos rojos y negros, roble cremosos avainillado(frances).
Más tarde, frutos en licor(cerezas), minerales(tierra seca), hoja de parra, especias, balsamicos, carbon.
DEspues, tiende al shiraz(violetas), para acabar en tipicidad "tempranillo"
Deliciosa evolución.
En boca, entrada sedosa, excelente acidez, taninos hiperintegrados, fruta roja acida y postgusto con notas de madera.
Sorprende su "facilidad" de beber.
Despues, va ganando cuerpo, acabando con buena tipicidad de tempranillo(mas rioja que ribera) moderno.
Aúna el caracter de un rioja moderno con el trago largo del rioja clasico.
Un poco despues, monastrealea en boca, pero luego vuelve al tempranillo.
Delicioso, excelente acidez.

Botella tipo Borgoña, etiqueta muy sobria pero moderna en blanco, rojo y negro. Contraetiqueta con información del varietal, características del terreno y escueta nota de cata.
Color rojo cereza, capa media, tonos violeta,, menisco malva, lágrima muy abundante.
Nariz uniforme, con predominio de frutos rojos y mentolados, especies dulces.
El vino satisface mucho más en la boca, donde se muestra con cuerpo, sabroso, sabores dulzones muy agradables, taninos jugosos y largo posgusto. Todas estas características se van ampliando con la oxigenación y al final tienes en la copa un vino de categoría, con mucho potencial de mejora.

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