A la vista presenta un color cereza cubierta con menisco marronáceo. Capa alta. Lagrimea con profusión tintando levemente la copa.

En la fase nasal encontramos un vino complejo, intenso, algo cerrado. A los iniciales aromas de bosque umbrío, trufa, madera húmeda y minerales, le suceden (cuesta mucho que salgan) otros más frutales, entre los que destacan las frutas rojas maduras y las ciruelas negras. Algún toque azmizclado, licoroso... Luego aparecen mantequillas, tostados, cacaos y vainillas. De fondo, un agradable aroma a regaliz.

Y en boca es donde este vino se la juega con cualquiera. Una maravilla. Potente, goloso, hecho, estructurado, armónico, acariciante, expansivo... Los 21 meses de crianza ahí están, se dejan ver, pero no ensombrecen. Un vinazo que no cansa, no satura. Tiene una acidez y una sutileza que invita a tomar otro trago. De hecho, cayó la botella con una facilidad pasmosa.

Largo, largo... y con un regustillo adictivo.

La presentación es soberbia: caja de madera individual de gran calidad con el nombre del vino grabado en plata (mismo color que las bisagras y el cierre), envuelto en papel seda, y etiqueta de la botella de estaño, con las letras repujadas.

(P.D.: ¡gracias Gonzax, éso es un amigo, y lo demás os...s!)

He encontrado la nariz diferente a lo que me da en boca, la nariz la encuentro en una fase en la que la madera predomina sobre la fruta, sin embargo en boca es una delicia, esta equilibrado, redondo, la fruta esta muy presente, tiene mucho cuerpo y todavia mucha vida gracias a su gran acidez, la ultima botella para el año que viene ver su evolucion que sin duda la tendra.

Catado en la bodega en compañia de los elaboradores , seguro que no hay mejor compañia para descubrir un vino, en este caso por la forma de darnos a entender lo que pretenden que sea este vino.
Es de color cereza oscuro, muy oscuro, con borde violeta. En nariz en principio sale algo de madera y algo de alcohol a copa parada, que a la que mueves la copa se transforma en fruta roja y negra, es complejo, con paciencia evoluciona bien en copa y van saliendo aromas minerales, cafe chocolate y regaliz.
En boca es casi como en nariz, entra con potencia, llena la boca, hace salivar, le vuelve a salir la fruta, como en nariz hay que tener paciencia, porque es un vino para pasar la tarde, incluso seguro que marida bien con un postre de chocolate.Es aconsejable decantar, tiene vida por delante.