Viviendo con elegancia.

Más de 9 años han transcurrido desde la primera vez que probé este vino y lo comenté en estas páginas. ¿Qué me he encontrado?. Pues un vino con mucha vida por delante y más cosas que ahora comentaré.

     El corcho de calidad en perfecto estado. Eso sí, muy tintado por la cara que está en contacto con el vino y haciendo, en el mismo, referencia a la bodega y añada.

      A la vista un color rojo picota de capa alta. Limpio y brillante. Muy buena, abundante, densa y lenta lágrima en su discurrir por el cáliz de la copa. Ribete granatoso-rubí y ligeras e incipientes notas teja. Al final de la botella descubro una pequeña precipitación en forma de bitartratos que no enturbian al vino.

      En nariz han hecho aparición los aromas terciarios. Frutas negras muy maduras, leves rojas del bosque, elegante madera de su crianza en segundo plano. Notas de mineralidad y balsámicas junto a ligeros cacaos y notas de tabaco.

       En boca está muy elegante, sedoso, con volumen, carnosidad, con la madera muy bien integrada, frutal y aterciopelado. Mantiene una acidez que le dará 4-5 años más de vida sin ningún problema. Te invita a beber y beber. Gratísimo, frutal, elegante y sedoso paso de boca. Es un vino muy largo. Me da una permanencia de 3,15 minutos.

 

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