Goloso, denso y bien hecho
Una interesante propuesta de esta bodega, ubicada en la preciosa Serranía de Ronda, a 900 metros de altitud. Las condiciones de la zona hacen que sea ideal para el cultivo de variedades foráneas, y así se demuestra en este vino. Presenta un precioso color picota oscuro, se ve denso, compacto, de buena capa. Al oler se aprecia una concentración alta y mezcla de aromas finos, con otros de reducción, por lo que recomendaría decantarlo y airearlo bien, para que la fruta se exprese en plenitud. Al trabajar en la copa aparecen notas maduras de fruta en licor, almíbar de pera y flor ajada, guinda, ciruela, mezclado con flores rojas (geráneo, rosa), y todo ello abrigado por unos tostados intensos pero sutiles (pan tostado, algo de barniz que no molesta, y ebanistería), con notas de mantequilla y especias. Se muestra contundente y muy intenso, ideal para catar y descubrir aromas. En boca entra vivo, goloso, pleno. Se muestra corpulento, amplio con mucha carga frutal. Buena acidez que le da alegría, tanino presente pero dulce y largo en su postgusto. Se pueden beber varias copas sin que resulte pesado. Resulta un vino "gracioso" (ingenioso y socarrón), que despierta los sentidos y no deja indiferente. Atractivo y vivaz.
Presentación: botella negra, seria. Serigrafiada con el nombre de la bodega en letras blancas, y abajo un letrero rojo sangre con el nombre del vino. La contra tiene buena información de variedades, crianza, etc. Correcto. Resulta moderna en su conjunto, sin ser rompedora. Quizá algo seria. Yo le aportaría toques más joviales.
Maridaje: por su nariz y su presencia en boca de fruta en licor y cierta sensación de dulcecumbre, lo recomendaría más para tapear que no para una comida consistente. Este tipo de vinos de corte más moderno van muy bien con las pastas en general y con guisos que lleven tomate frito.
El precio, entre 15 y 17 euros según dónde se mire, me parece correcto para la calidad que tiene (más 15 que 17).