Viviendo un vino. sensaciones

Viendo en el momento de servirme la copa que se derramaba un líquido de color violeta oscuro. -casi negro- me temí lo peor. Otro vinazo de esos que machacan mi sensible sentido del gusto me iba a estropear el resto de cata ciega de La Despeña.
Para empezar, un aroma muy frutal, ligeramente especiado, dónde apenas se notaban los torrefactos y la madera en nariz, me desconcertó.
En boca la sorpresa fué en aumento, encontrándome con un producto totalmente equilibrado, casi sedoso. Un vino en el que no aparecía el alcohol por ninguna parte y en el que la carga frutal estaba compensada con su poquito de madera. Le faltaba algo de acidez, pero eso después de un pinot noir a quién le importa!

Volví a la copa en varias ocasiones, confirmando mi primera impresión hasta que se descubrió la botella. Para vosotros, que ya habéis del vino que se trata, nada, pero para mí, cuando oí PSI no me lo creía. Cogí la botella y directamente miré la contraetiqueta. 13,5º y Ribera del Duero. Dí la vuelta y si, era el vino de Sisseck.

En fin , sabía de su existencia pero no había leído nada de este vino.
Un vino "moderno" de Ribera con poco alcohol, poca madera y muy buena fruta.

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