Muy oxidado.

Color amarillo muy dorado oscuro aunque con brillo.
Aromas de mucha intensidad y complejidad pero bastante oxidados a membrillo en mermelada, mermelada de naranja amarga, albaricoques muy maduros, fruto del hueso del melocotón, toques de miel decaida, también toques florales, herbáceos y vegetales, los minerales también asoman durante la cata.
En boca es potente y sabroso, paso de boca muy agradable y con mucho equilibrio, vuelven las frutas y los aromas oxidados en el retronasal, abundancia de fruta del hueso del melocotón, final no muy largo pero con bastante persistencia a lo descrito anteriormente.
Este vino hace unos años tuvo que estar extraordinario, hoy es para los aficionados a los Riojas y otros blancos oxidados del 64, 81 etc. etc.
El corcho todavía se conservaba bastante bien, por lo tanto un 8 y la RCP es correcta-buena.

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