Si repetimos, otro vino sin nariz que apabulle, pero a cambio, en nuestra opinión, arrasa en boca.
Rubí, piedra, fruta, acidez y longitud.
Pues eso, que no necesitamos capa, ni nariz, solo vino y una porrusalda con material cortado ayer tarde en Alcarite, cuando estaba lloviendo a mares y la mar saltaba.
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