Hay que dejarle respirar

Hay que dejarle respirar, recien abierto es una lata de anchoas !! que salino en nariz!!, pero con paciencia se descubre un buen vino con aromas de fruta negra algo licorosa, balsamicos y aromas de crianza, regaliz, cafe, cuero, tambien salen aromas minerales. En boca entra con elegancia, tiene mucho cuerpo, gran acidez, con fruta un poco licorosa y con un final largo en el que predominan las notas de regaliz.
Es uno de los vinos que he probado que mas ha ido cambiando en copa conforme ha ido pasando el tiempo y siempre para mejorar.

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