Han transcurrido más de 4 años desde que colgué mi primera cata de este vino. Vino encerrado en botella bordelesa y vestido con una etiqueta sencilla y de diseño moderno.
A la vista se manifiesta limpio, brillante de capa media alta y de color rubí. Buena y densa lágrima que se desliza con lentitud por la copa. Menisco con notas tejas.
En nariz frutas negras maduras y en sazón, arándanos, mayuetas, madera bién integrada. Terciarios, cacaos, vainillas,
En boca está muy elegante, frutoso, fino, aterciopelado, balsámico, equilibrado, chocolate, cacaos, mineral,taninos domados, tizas, madera muy bién integrada, todavía con una elegante acidez que te invita a beber. Buén paso de boca y es muy largo. Me dá una permanencia en boca de 3,15 minutos. Todavía vivirá algún que otro año, dos o tres más. Le seguiremos disfrutando.
El de esta casa, Bodegas Otero de Benavente, sí. También es cierto que es una selección especial y conmemorativa. El crianza normal envejece un poco peor. Lo he comprobado con dos crianzas, uno cosecha 2006 y el otro 2008. El 2006 estaba un poco "fatigado" ya vá cuesta abajo, pero se puede beber. Y el 2008 en plena forma y para durar. Y saludos desde la Infinita Cantabria.
Oye, maestro... ¿y qué opinas de la mencía en cuanto a su envejecimiento? Yo, o he tenido mala suerte o...
Me encantan las mencías jóvenes, o de corta crianza y consumidas rápido. Con mucha crianza y consumidas 7-8 en adelante... no me enamoran.
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.