Blanco de intensidad media sencillo, frutal y sin complicación

Vino blanco limpio y cristalino, corazón amarillo pajizo extremadamente pálido, con los ribetes rayando las cromáticas grisáceas (yo no encontre el verde en ningún lado) sin llegar al aceramiento. Primeras sensaciones en nariz de aromas de intensidad media, ligeramente fragantes, con tendencia hacia una duración algo entre corta-media, aunque siendo estos agradables, finos y sutiles destacan unas primeras notas que me recuerdan flor blanca y más abundantemente fruta. Tras la posterior acción de oxigenar, su intensidad se revela e incrementa, dando paso a mejores sensaciónes aromáticas confirmando el carácter primario del vino con las flores, moviéndose entre el espino blanco, evoluciona marcando la fruta manzana o pera de manera mas fuerte. Al paso por boca es seco y se muestra fresco y vivo, con entrada sutil fina, que se incrementa hasta alcanzar un valor medio, acompañando el final un ligero amargor sin desagradar. Retronasal de naturaleza frutal como corresponde a un vin joven, postgusto medio No cansa, antes de que quieras darte cuenta has consumido la botella, que más se pueden pedir por 3-4 euros, por cierto bonita presentación de etiqueta y forma de la botella.

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