Un bello tinto con una causa y destino grandes, "Ayudar a los demás"

Comentario

Un enorme vino que ha visto la luz desde un camino repleto de tristeza. Un Nuevo proyecto para emprender, “Nueva Cuna”, con sus tres hijos a la cabeza. Una nueva bodega con un nuevo vino para incluir en la lista de la familia. Pero el destino cambió el rumbo de esta iniciativa, un accidente de tráfico, truncó las ilusiones y las expectativas de todos, cuando con tan solo 14 años, María nos abandonó. A partir de aquí solo grandes personas y en esta ocasión llenas de dolor crean la Fundación María Remirez de Ganuza que destinará el 100% de las ventas y no beneficios -y ojo hablo de las ventas es decir el 100% incluido gastos- a la lucha contra el cáncer infantil donando para ello la recaudación de su venta a la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). Sin duda por su calidad y por su destino, los algo más de 100 € serán bien invertidos.

Cata

Me ha sorprendido todo de este vino, desde su etiqueta -imagen etérea y delicada construida con sarmientos de una joven que se mira en un espejo es obra de uno de los hijos de la familia, pintor.- hasta su visual profunda picota con ribete amoratado y muy buen cuerpo. En nariz muestra la cepa, muestra terruño, repleto de fruta, contundente y sincero, potente y elegante, donde los frutillos rojos emergen a borbotones con puntas maduras de confituras, bien acompañado por sensaciones complejas de monte bajo y sotobosque, bien acompañado por notas de pimientas dulces y apoyados en una sensación permanente de mineral. En boca hablamos de potencia si agresiones, denso y frutal con taninos aún por pulir, pero derrochan calidad y nobleza, excelente acidez y un final sostenido con recuerdos tostados.