Nuevamente he "recatado" este rosado en esta ocasión en su formato de 75 cl. para reafirmarme en mi cata anterior, donde sus tonalidades en su visual nos hablan de los matices elegantes y delicados que nos vamos a encontrar.
Quien espere un rio de chucherias, seguramente no será su rosado, porque se acerca más a un blanco en su complejidad aromática que a un rosado. No hablo que le falte frescura, que la tiene, pero si de sus notas florales, de sus sensaciones de champaña y sus notitas especiadas y delicadas. Sin duda hay que probarlo.
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