Hedonismo total

No se si una nota de cata debe valorar la etiqueta del vino, pero en este caso voy a hacerlo, porque la etiqueta es tan horrible y kitsch que da risa. El vino es de color rojo profundo, muy brillante. Nariz exhuberante, maravillosa, con combinaciones infinitas de todo tipo de sensaciones, de las más minerales a las florales, harmonizadas por una madera que queda siempre en segundo plano. La calidad de las sensaciones olfativas es impresionante y no se detecta ni el más leve defecto, ni con el paso del tiempo. En boca es delicioso. Se trata de uno de esos vinos tan escasos que combinan las sensaciones frescas y golosas con el carácter, la complejidad y la persistencia de los más grandes vinos. Todo el paso de boca, del ataque a un final que se prolonga largamente, es de una calidad que perturba los sentidos. Haciendo memoria, pienso que el Cirsión 2001 también se movía en estos mismos parámetros. Por otra parte, se trata de un vino que me cuesta mucho diseccionar porque es así como muy "compacto". Me refiero a que se nos presenta tan maravillosamente armonizado que no se deja descomponer ni analizar fácilmente. Inmensamente agradable. Profundamente hedonista. Uno de mis mejores vinos de este año que se acaba. Una vez más, una recomendación acertadísima de Julien de "La Part dels Àngels".

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