Embriagador, emocionante y enamoradizo
Asi se me presentó este Charme 05, me emocionó, es de estos vinos que consiguen ponerte los vellos de punta, lo echas en copa, lo hueles, lo miras, lo vuelves a oler, comienzan tus dudas ¿Es un borgoña?, sigues oliendo, comienzas a ver que te desafía, ya tomas cartas en el asunto y lo agitas, lo vuelves a oler, lo miras, lo dejas reposar, esperas a que se calme y poder cogerlo desprevenido, pero ahí está él mirándote con el rabillo del ojo, un juego que te deleita que te hace que puedas estar jugando con el vino todo el tiempo que quieras, estuvimos jugando unas 4 horas con él, y que me alegro, aunque aún me hubiese alegrado más si hubieran sido 8, que las dá, vaya que si las da.
Color rojo borgoñón con ribete violaceo que indica su juventud lágrima muy sostenida, delgada, elegante, cubierto y muy brillante. Límpido.
En nariz es limio y de elegante potencia, con aromas a caramelo de cocacola, futilla silvestre, caramelos de fresillas rojas silvestres, granos de café, buenísima expresión mineral, terroir en estado puro. Tremendamente floral, rosas, pétalos, algo de flores blancas incluso. Cerezas, fresillas silvestres, frambuesas y grosellas, piel de naranja amarga confitada, azúcar tostado y un paseo por un bosque umbrío, finalmente entrega el premio gordo ofreciendo unas maravillosas notas trufadas.
En boca el ataque es una maravilla de los de 10, potencia, dosificación, elegancia ¿cómo se consigue eso?, graso, laaargo, laaaargo, laaaargo, taninos muy redondeados y elegantes, persitencia brutal y un esqueleto con el que podrías construir un barco. Acidez elegante, fresca, nada de dulzores ni empachos. Sensacional.
Lo mejor es que aún me queda otra botella.