Granate algo desvaído y con matices anaranjados asomando en el ribete, capa media.
Nariz de gran calidad, compleja y fina, destacando los tonos terciarios (tabaco, pimienta, cuero) sobre la fruta roja licorosa, setas y toques terrosos, bosque umbrío, incluso algo de carne cruda.
La boca está ya muy pulida, es muy elegante y clásica, de nuevo con predominio de los toques terciarios (cuero viejo, tabaco) sobre la fruta roja y negra, con una acidez aún presente, y un final de gran calidad (setas, especias) y buena longitud.
Destaca su nariz, superior claramente a la boca; no parece a juzgar por esta botella que vaya a mejorar mucho ya, aunque la acidez aún lo sostendrá un tiempo.
Un vino y una añada relativamente fáciles de conseguir a buen precio, merece la pena y gustará a todos.
Sí, éste ya no mejorará. La botella que yo abrí en Verano estaba impecable y el vino se desinfló en un pispas. Podemos pedir peras al Olmo, pero los límites para algunos son los que son. A ver qué tal me salen a mí un par de botellas del 73 que compré hace poco, que tengo curiosisdad.
Abrazos!
Joaquin
por lo que vi en tu nota de cata, tu botella estaba tocada. Yo he abierto ya varias de este 70 (con ligeras diferencias como es obvio, pero en un estado similar) y por eso digo que no falte, porque está muy pulido en boca y con una gran nariz, por lo que se disfruta mucho, sobretodo comiendo con él
A mí el 73 la verdad que me encantó, un prototipo de clasicazo. Tengo pendiente abrir este 70, a ver qué tal. Pero sin duda el mejor Ardanza, aquel 64 que José Angel llevó a la viejunada del Padre…
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