Me queda olvidada en la nevera una botella de estas y el otro día se terció abrirla, aun no siendo ya época de tintos con estos calores del verano.
Color rojo cereza muy abierto y evolucionado.
En nariz tiene una intensidad media, no es muy inmediato y al principio aparecen ciertas notas reductivas, la famosa caquita borgoñona que desaparece en unos segundo con algo de oxigenación. Ahora aparece la fruta, fruta roja muy marcada, fresca, tostados muy ligeras, un fondo ligeramente dulce, posiblemente una sensación alcohólica que se mezcla con esa fruta y da un resultado muy rico.
En boca tiene acidez excelente, que destaca sobre el conjunto, el tanino ya está plenamente integrado, es cremoso, es carnoso, es fresco y elegante, con una sensación final de tabaco de pipa, de tostados ligeros y aún la fruta presente, equilibrado y atractivo de principio a fin.
Grande Mortet.
Esto lo compré en la propia bodega hace algunos años. No es que estuviera olvidada literalmente, estaba guardada y enterrada para su posterior disfrute. Ayer me preguntó un amigo que iba a pasar por la Borgoña qué bodega visitaría si solo pudiera elegir una. Como La Romanée no la abren a cualquier, le dije que Mortet, y entonces me vino a la mente su Clos Vougeot, del que no tengo ninguna botella, pero sí me acordé de lo bueno que me había salido el Fixin, así que anoche dimos buena cuenta de él.
Saludos
Dani
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