Hay que probarlo

Vino original, desde el nombre (1368 se refiere a la cota de la uva)hasta el coupage. Botella bordelesa, no hay contraetiqueta, corcho correcto. Color rojo cereza con menisco malva, lágrima muy bonita, pequeña, fina y de lenta caída. Abundante sedimento. La nariz es desconcertante, pues no se le adivinan notas vegetales, ni frutales, destacan olores a habitación cerrada no desagradables. Con la aireación va apareciendo la madera. La mejoría en boca es notable, mostrándose como un vino redondo, de buena acidez.
La aireación fue absolutamente necesaria para poder degustar este vino, quizás debimos decantarlo con tiempo pues fue mejorando poco a poco. Vuelvo a repetir que la nariz me dejó boquiabierto al principio. Precio muy elevado (30€ en bodega).