Más de 24 horas después de su apertura.

Abierto el sábado a mediodía lo dejé en nevera hasta el domingo noche que es cuando tomé nota porque observé el tremendo desarrollo del vino.
Color dorado suave.
Nariz de gran intensidad donde aparecen notas de ciruelas amarillas, fruta escarchada, membrillo fresco, tiene un punto cítrico maduro de limón confitado muy interesante, con esas notas minerales que no aparecían recién abierta la botella, algo de naftalina.
En boca tiene una acidez muy fresca, es vivo y tremendamente fresco, con una acidez cítrica entre la madarina y la piña verde, recuerdos minerales por vía retronasal, largo, untuoso y tremendamente atractivo en todo su recorrido.

Por suerte, hice buen acopio de botellas de este vino del que iré dando buena cuenta poco a poco, pero sin prisa.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar