Un venerable anciano aún en buena forma

Picota oscuro de capa alta, y sorprendentemente muy poco atejado. Mucho poso.
Aroma de poca potencia, pero nítido, regaliz de palo, sacristía, algo de licor.
Boca de cuerpo suavísimo, esta vivo, acidez corta, boca bastante terrosa. En general está sólo “ligeramente” oxidado, lo que considerando que tiene 54 años es algo espectacular e inaudito. Absolutamente bebible y disfrutable como reliquia de veneración histórica. Por cierto estos vinos deben ser eternos.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar