No lo seas tanto.

Casi dos años después esperaba algo más de profundidad.
Demasiado calmado, redondo por completo. Más maduro evidentemente, se le añade la aceituna negra, sus tostados siguen siendo igual de finos, con la misma cremosisad. Vuelvo a notarlo corto, aunque es amable y placentero, en buen equilibrio, pero yo pido más a un top de bodega. Hasta la elegancia, que la tiene, se me queda justa.

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