Aquí hay grandeza, solo necesita más tiempo

Dorado pálido brillante.
Nariz de buena intensidad, muy cerrada en el inicio, que obliga a trabajarse bien la copa para ir sacándole matices. Su carácter es eminentemente mineral, con notas de pedernal y musgo, algunos toques vegetales y ahumados, además de un cierto toque balsámico y de frutas blancas frescas. Con más aire van apareciendo algunas trazas almibaradas y cítricas. Profundo y elegante, necesitado de aire.
En boca se muestra espectacular, pendiente de eclosionar, pero con esas sensaciones de equilibrio que solo se dan en las grandes añadas. La acidez es marcada y directa y la definición del vino roza lo perfecto. De paso firme y denso, sin aristas, resulta largo y profundo en el final tras el que nos deja recuerdos ahumados, cítricos y minerales, con una magnífica persistencia y cierto deje amargoso. Muy elegante.
Silex es una de las cumbres de la Sauvignon blanc y uno de los grandes vinos blancos franceses. En la soberbia añada 2005 es un vino lleno de fuerza y equilibrio, que comienza ahora a expresarse y que sin duda irá a más con el tiempo. Un vino grande que no hace sino magnificar la figura del desaparecido Dagueneau. Lo malo su precio, sobre los 80 euros, pero por lo menos este sí que es un vino de clase y nivel mundial. Un grande.