Belleza y verdad

"Truth is beauty, beauty truth", decía John Keats y dijimos nosotros ante el último vino de la noche. Había que cuadrarse, poca broma: en la copa no veíamos nada, es decir que no veíamos nada detrás, el vino era opaco, negro, con una aureola rubí en el borde, nada más. Pero al olerlo sí que vimos, de todo: frutas negras, maduras y confitadas, muchas especias, regaliz, café y tostados, un fondo de madera noble. Todo expresado con sobriedad y seriedad. En boca daba una nota áspera al principio, pero enseguida se civilizó y dijo su verdad: un vino hecho, redondo, con taninos bien pulidos, seco, nada goloso.
No sé si al revés también, pero hay mucha belleza en estos vinos que saben a verdad.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar