Sencillo y comercial pero que aguanta perfectamente a sus 11 años de vida

Corcho de aglomerado poco bañado en vino rojo picota oscuro por el interior que no huele mal pero tampoco huele a casi nada.

Recomiendo oxigenación de varias horas antes del consumo pues al inicio aparece muy cerrado.

Visual: picota rubí oscuro tirando a ocre, de capa media, ribete cereza-atejado-transparente, limpio, brillante y de buena y fina lágrima de lenta caída.

Nariz: con 12 horas de oxigenación tenemos aromas de media intensidad a fruta negra madura y compotada, maderas por doquier de alta intensidad, especiados, regaliz, pimienta negra, laurel, coco, vainilla, tabaco rubio, notas ligeras a aldehídos, etanal y flores ajadas (marchitas), tostados, toffee, chocolate, algo de miel y crema pastelera. Queda fruta, pero no mucha ya, hay muchos secundarios y aromas de madera pero, en cambio, no hay terciarios animales ni a cueros ni carne como pasa en otros vinos de este tipo cuando tienen ya más de una década. Intensidad razonable pero complejidad elevada a las 12 horas de la apertura (mayor complejidad de la esperada con 11 años en un "Crianza comercial y barato" de la Ribera del Duero en una añada que tampoco fue especialmente destacable).

Boca: ataque con bastante fruta negra que se mastica, potente, de buena densidad y contundencia, cuerpo medio-alto, bastante bien de estructura, un punto alcohólico y de fondo maderoso muy importante en el paso por boca (la madera está al nivel o supera algo a la fruta ya), ligeramente licoroso aunque, en general, equilibrado y sabroso, de buena acidez aún (sorprendentemente para un Ribera Crianza de este nivel a sus 11 años). Se bebe relativamente fácil y tiene un paso por boca complejo, potente pero ágil. Final con fruta negra amargosa, especiada y mentolada de buena longitud en retrogusto; en vía retronasal se repiten descriptores y aparecen notas a maderas, tabaco rubio así como hierbas en licor.

Buen vino (más que correcto) Crianza de Ribera del Duero a sus 11 años de vida. El vino está en perfecto momento de consumo todavía (se mantiene), sin notas de declive salvo un ribete algo más evolucionado y un aumento de las maderas y otros aromas en detrimento de la fruta que, sólo aparece si se deja muchas horas abierto. Por su PVP (en torno a 5€) no se puede pedir absolutamente nada más pasados 11 años. Es un vino muy comercial, prácticamente industrial se podría decir, sin gran personalidad, sin alma, pero es mucho más que un vino correcto simplemente (un Crianza correcto de 5€ no aguanta más de 10 años en este buen estado). Cierto es que también fue bien conservado, pero ha satisfecho y superado mis expectativas sobre él a las 12 horas de la apertura inicial (que reconozco fue muy muy discreta).

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