Interesante novedad en la D.O. Empordà

Como bien dice Jose que te cuenten de primera mano un proyecto mientras degustas un vino te permite diseccionarlo con más precisión ya que tiene una aproximación de primera mano a la dimensión terruño. La primera aproximación, 15º de alcohol, 18 meses en barricas nuevas y su color picota muy cubierto con destellos violáceos anticipa un vino moderno y concentrado de esos que tanto gustan al mercado americano, afortunadamente la nariz muestra un perfil que se decanta mucho más por la presencia que por la exuberancia frutal. Comienzan incluso algo tímido, con fruta roja y alguna nota floral, aromas bien engarzados con el azúcar quemado y las notas suaves notas tostadas. Con la evolución gana en intensidad y volumen y la fruta roja muta en negra, y aparecen toques de hierbas aromáticas mediterráneas y algo de vainilla. En boca tiene un ataque intenso, con cierta untuosidad, el alcohol bien integrado, el tanino presente pero muy pulido, con un paso sedoso al que una ligera amargosidad final da un adecuado final. Bastante largo, trama atractiva y buena estructura. Por las hechuras es presumible que siga ganando en botella aunque ya ofrece mucho placer.

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