Alvarinho del otro lado del río Minho

Tenía ganas de probar este albariño y la verdad es que no me ha dejado indiferente. Me ha gustado mucho, aunque la verdad es que no es un albariño fácil, no se parece demasiado a los albariños del otro lado de la orilla. Estos albariños, este en concreto y un Poema que probé no hace mucho, me han sorprendido sobre todo por esa acidez tan marcada, a pesar de que los vinhos verdes o vinos jóvenes siempre fueron muy ácidos. Una acidez marcada, pero integrada que augura una larga vida todavía al vino. Este albariño tiene aproximadamente unos 11 meses de crianza con sus lías.
Visualmente se muestra dorado brillante. En nariz da notas de melocotón y flores blancas, membrillo, monte bajo, miel sobre fondo mineral. En boca tiene un ataque intenso, con una acidez cítrica, bastante marcada e integrada, tiene estructura y volumen, es muy mineral con final largo y algo amargoso. Un albariño diferente a los gallegos, tiene un perfil más serio y pensado para guardar y beber con unos cuantos años gracias a esa acidez tan viva. No apto para bebederos de albariños fáciles y aromáticos. Mejorará en los próximos 5 años. P.V.P. sobre unos 22 euros en Madrid.