Vino catado con un pequeño grupo de cata.
Tremendo vinazo australiano.
Capa alta con un borde anaranjado, sin precipitados pese a los 8 años que atesora el vino ya.
En nariz el vino es claro, un Bloody Mary, zumo de tomate de pera, pimienta molida, algún toque salino, posiblemente por la proximidad de las viñas al mar, y en sustitución del vodka, tenemos los 15º del vino, aunque no demasiado, si que se dejan ver.
Un vino con el que nos sorprendimos todos, la única pega el precio, unos 140.00 €, merece la pena.