De color cereza granatoso de capa media-alta, límpido, luminoso, brillante. Reflejos rojizos y anaranjados, refulgente. Borde ligeramente cobrizo, sin mucha evolción, estrecho, con marcada diferencia respecto al exterior del menisco. Sensación de grosor, lágrimas permanentes.
Aromas de buena intensidad, serio, concentrado, ofreciendo una buena dosis de fruta roja madura en primer plano que tiende a sacar apuntes reductivos a cueros finos, mondadura de naranja, hierbas aromáticas y un fondo mineral de calidad (pedernal, turba). Elegante y comedido al mismo tiempo. Va mostrándose poco a poco, cada vez más varietal, ganando en expresión con una sorprendente mezcla de térreos, tabaco rubio y suaves notas de maceración (zarzal, hollejos). Se encuentra en una encrucijada de estilos riojanos: ni del todo moderno ni clásico.
En boca es un tinto de gran tonelaje. Mucha estructura y pureza, taninos marcados, firmes, aún por pulirse, en un conjunto que casi podríamos calificar de austero. Su acidez es impactante, lo que sumado a una ausencia de maderas y a un tremendo frescor nos hace pensar en que podemos estar ante un vino de largo recorrido. Aunque dista de lo que se puede entender como gran reserva tradicional muestra un nivel de calidad que no admite regateos. Exige tanta botella como paciencia podamos tener. Repasando notas anteriores te das cuenta de que no ha sufrido cambios en los últimos 6 años y mantiene una integridad total que lo avalan para darle toda nuestra confianza en el futuro. Va para grande, muy grande. A fechas de hoy el gran reserva de Contino se ha convertido en nuestra primera opción de la bodega y en una de las mejores apuestas de guarda en Rioja. El formato de doble botella le viene como anillo al dedo. Excelente trabajo de Chus Madrazo!!
Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2015/03/contino-2001-gran-reserva.html