Con poca variación en un año. La verdad es que la botella lo ha hecho más amable, pero sigue siendo un vino poderoso. Sorprende el poderío que conserva después de 6 años. En nariz es intenso, frutal, especiado. En boca es amplio, carnoso, sabroso, largo y ancho. Sólo lo penalizo en que deja una puntita de alcohol al final, lo que hace importante el consumirlo a temperatura adecuada (17-18ºC, y que se atempere en copa). Buen maridaje para un chuletón argentino.
Diseño: poco que decir de un vino tan consolidado y afamado. Un diseño entre clásico y moderno. La etiqueta amarilla lo hace fácilmente reconocible a lo lejos en cualquier tienda. Da sensación de un vino sobrio sólo por la imagen.
Maridaje: por su contundencia (que no astringencia) requiere guisos y carnes de intenso sabor.
Otra nota en su contra, que hace que baje un poco la nota respecto a mi primera cata: al quedarse abierto (con vacuvin), al siguiente día ha caído bastante. Lo que me hace ser escéptico en cuanto a su longevidad (esta añada).
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.