Manuel López e Isidoro Morillas son copropietarios de la bodega que está situada a 2 Km a espaladas de la antigua ciudad romana de Acinipo en Roonda. Viñedos con un total de 6 Has repartidos en tres puntos muy diferentes de Ronda, auguran un fuen futuro por delante.

Visual brillante donde el tono cereza cubre la copa con irisaciones moradas propias de su juventud.
Nariz que denota mimetismo en su inicio con buena intensidad frutal de frutillos silvestres rojos -mora, zarzamora y frambuesa-, se desenvuelve con frescura, la oxigenación equilibra y armoniza a costa de la intensidad.
En boca se muestra suave, terso con densidad, ligeramente graso en el paso, resultando fresco a la vez que suave, final delicado con postgusto de recuerdos florales, final con astrigencia donde unos meses de reposo en botella -a pesar de ser joven- terminará por redondear.

A destacar... la apuesta de un joven repleto de connotaciones de crianza, puesto que está enfocado a perdurar dos o tres años.