No espabilado la noche anterior con un tinto tan excesivo que sucumbía a

No espabilado la noche anterior con un tinto tan excesivo que sucumbía a la caricatura, al día siguiente me la juego con otro vino que se las da de contundente. El hombre, y en particular yo, es un animal que tropieza, consciente e inconscientemente, demasiadas veces con la misma piedra, o botella...
Ya en la copa no es para tanto. Este Clio tiene su aquél. Es poderoso, excesivo y opulento, a veces no se sabe con qué variedad uno se las está viendo, ya que a ciertos niveles de madurez todas se parecen tanto..., pero acaba por revelarse resultón. Nariz muy madura a fruta negra en mermelada, pan de higos, madera que se deja notar pero que al menos ya parece integrada. Muy mediterráneo, no sé si en el buen o mal sentido del adjetivo...
En boca se muestra más civilizado, con acidez justa pero que alivia. Es poderoso pero no agresivo. Los taninos ya moderadamente domados. Termina por ser placentero. Haciendo un esfuerzo hasta uno puede creer que se las está viendo con una Monastrell de verdad.
Alcohol perfectamente integrado. La botella se acaba.

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