Si, pero no

Uno de los vinos estrella de Casa de la Ermita, junto con el Petit Verdot. Compradas 2 botellas en la boedega. Me llamó la atención la unión entre la Monastrell y la Petit Verdot, lo cual unido a los 93 puntos Parker hizó que decidiera probarlo.

Picota con ribete violáceo, bonita lágrima densa.

Nariz: buena intensidad, se impone la crianza, especiado. La presencia de la fruta es leve, sazonada.

Boca: quizá demasiado tánico para mi gusto, le hace falta decantado previo. Al principio no se por donde cogerlo, es como si cada uva fuera 'un poco por su lado'. Mejora con el aireado, empieza a aparecer la fruta. Retronasal especiada. Al paso de casi una hora la Petit Verdot aparece para imponerse, ahora si me va gustando más, sin esa acidez inicial que aniquilaba la fruta.

Creo que puede ser un gran vino, pero de momento solo está en el camino. Quizá con más botella y con una crianza más larga que asentase el ensamblaje entre la Monastrell y la Petit Verdot...

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