Hacía muchísimo tiempo que no tenía un vino tinto, visualmente, tan ligero

Hacía muchísimo tiempo que no tenía un vino tinto, visualmente, tan ligero en la copa. Capa baja, de esa que te permite ver el mantel a través de la copa. ¿Os acordais de cómo era eso en estos tiempos de tintos impenetrables a la vista? Es el primer vino que bebo hecho con la variedad Trepat, de modo que tampoco tengo claro qué esperarme.
Este vino me ha resultado un paso menos que insinuante. Todo en él es insinuación de aromas, sabores, recuerdos... Se mece suávemente entre lo que es, lo que insinua, lo que recuerda. Fruta roja, especias cálidas, eucalipto, regaliz de palo. Se sigue meciendo como las volutas del café de la mañana. Me gusta el que no sea un vino tan franco como lo que es habitual en mi beber (casi) diario, no obstante me resultaría más disfrutable si diera ese pasito más y fuera netamente insinuante y sugestivo.

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